Las Palmas de Gran Canaria.- Los principales fabricantes de piensos de Canarias han pedido al Gobierno regional que dote de ayudas específicas a los ganaderos de las islas. El objetivo es que logren sobrevivir ante el desmesurado incremento, desde finales de 2020, del coste de las materias primas con las que se elabora la alimentación animal.
Según explican, a esta fuerte subida de los insumos hay que agregar el encarecimiento de los fletes marítimos y la caída de la demanda del consumo de productos ganaderos, al estar cerrado el mercado turístico por la pandemia del covid-19.
A juicio del director general de Grupo Capisa, Samuel Marrero, impulsor de esta reunión con el Gobierno canario, “se trata de la tormenta perfecta que puede terminar de arruinar a la ganadería del archipiélago en muy poco tiempo más”.
La demanda de ayudas directas a los ganaderos por parte del sector cerealista se produjo en el transcurso de la reunión celebrada el martes 23 con el vicenconsejero del sector primario, Álvaro de La Bárcena y el director general de Ganadería, Taishet Fuentes, en la sede de la Consejería.
Por parte de los productores de piensos, asistieron Heriberto Etala, presidente de Grupo Capisa; Enrique Ayra, presidente de Cereales Archipiélago, y Samuel Marrero, director general de Grupo Capisa.
70 por ciento
Según explica Marrero, “hay que entender que la alimentación representa aproximadamente el 70 por ciento de los costes de una explotación ganadera, con lo que una subida del 20 por ciento o superior de los insumos hace inviable la actividad. Si esto sigue así -dijo- auguro el cierre de muchas de las granjas que quedan”.
Esta visión coincide con lo publicado en las últimas semanas en varios medios de comunicación y que reproducen el sentir de muchos ganaderos de las Islas. “En el sector sabemos -apuntó Marrero- que, dadas las características de la actividad ganadera canaria, cada cierre de granja va a ser definitivo”.
También, como factor local que está perjudicando a la actividad, está cobrando peso la actitud de la distribución de alimentación que presiona para que se bajen los precios tanto de la carne como de los lácteos y derivados. La contrapartida es traer producto de fuera a unos costes muy bajos generando competencia desleal.
La razón de la subida de las materias primas
El ganadero ve, desde hace meses, cómo las materias primas como la soja, el trigo o el millo han subido 30 ó 40 euros por tonelada. Es algo insostenible que tiene su origen en fuertes tendencias especulativas en el mercado mundial.
De una parte, la producción de cereales ha disminuido de manera importante debido a factores climáticos que han arruinado muchas cosechas. Una segunda causa puede estar en la actitud acaparadora de China que, debido a una recuperación de su cabaña ganadera después de varios años de epidemias que la diezmaron, necesita asegurarse insumos para sus piensos.
Un tercer factor se encuentra en el incremento de los costes de los fletes de transporte marítimo. La pandemia motivó el amarre de muchos buques de carga y la consiguiente falta de disponibilidad. Esto ha incrementado los precios de las unidades disponibles.
Los datos económicos y las cifras de operadores internacionales de compra venta de insumos para ganadería fueron facilitados por Grupo Capisa y Cereales Archipiélago al Gobierno para que tenga información de primera mano de estos movimientos económicos y pueda cuantificar mejor estas necesarias ayudas.
Otros problemas pendientes
La actividad ganadera canaria se ve amenazada por la importación de productos desde el exterior. El problema radica, sobre todo, en lo proveniente de países fuera de la Unión Europea. Para Samuel Marrero, “las reglas del juego son diferentes. En estos terceros países se alimenta a los animales frecuentemente con productos que están prohibidos en Europa, la sanidad animal es escasa o nula, utilizándose sustancias prohibidas. Junto a ello, los menos exigentes derechos de los trabajadores en esas latitudes hace que los costes de producción sean mucho más bajos que los nuestros”, argumentó.
En este sentido, los asistentes a la reunión explicaron que el sector ganadero canario, español y europeo están pidiendo a Bruselas que se exija a estos terceros países el cumplimiento de las mismas normas que se aplican en Europa. “Esto redundará en unos costes más justos, pero también -y es muy importante- en la seguridad alimentaria de estos productos. No puede ser que haya distribuidoras vendiendo el kilo de pollo a poco más de un euro”.
Residuos ganaderos
El director general de Grupo Capisa explicó, a la salida de la reunión, que “hemos podido poner nuevamente encima de la mesa otros asuntos muy importantes para el sector”. En concreto, hizo referencia a otras reivindicaciones históricas que están relacionadas con la gestión de los residuos y la legalización de las granjas: “Canarias no cuenta con la infraestructura necesaria para que las explotaciones puedan gestionar los residuos como los purines o la gallinaza conforme a la normativa vigente. Los ganaderos queremos cumplir -dijo Marrero- pero es muy complicado Necesitamos infraestructuras de gestión de residuos”.
Además, existe un problema también histórico con las autorizaciones y permisos para las granjas. “Con las adecuadas políticas públicas podríamos incrementar las producciones canarias, que además de ser kilómetro cero, son de excelente calidad reconocida incluso internacionalmente. Pero, para eso -concluyó el director general de Grupo Capisa- necesitamos la implicación y la dedicación de nuestros políticos”.