Coinciden en que la situación es insostenible y que lo que queda del sector está en peligro
Miembros de la Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca del Parlamento de Canarias pertenecientes a Coalición Canaria y representantes de Grupo Capisa han valorado, en una reciente reunión, la crítica situación de la ganadería de las islas y la necesidad de arbitrar ayudas puntuales inmediatas.
Los diputados nacionalistas Narvay Quintero, Mario Cabrera y Jesús Alexander Machín revisaron las cifras del sector y destacaron el alarmante número de explotaciones y de cabezas de ganado que se han perdido en la última década. También ven con preocupación la actual coyuntura de subidas generalizadas de precios y costes, que puede llevar al cierre -en pocos meses- a un número considerable de las explotaciones actualmente en funcionamiento, lo que pone en peligro la continuidad del sector.
Por parte de Grupo Capisa, asistieron al encuentro su presidente, Heriberto Etala, y el director general, Samuel Marrero. Ambos pusieron encima de la mesa los problemas más acuciantes de la actividad y dijeron que es imprescindible la dotación de ayudas puntuales a los ganaderos. Los próximos meses tienen que hacer frente a incrementos de costes de insumos como los cereales, piensos elaborados y, también, a precios disparados, como el de la luz o de bienes y equipamientos necesarios para la actividad.
Marrero pronosticó que los cereales -teniendo en cuenta lo que ocurre a nivel internacional con los mercados de futuros- se mantendrán al alza hasta, al menos, la segunda mitad de 2022. “Ya estamos viendo -dijo- precios récord que no se habían dado en décadas, como en el caso del maíz, que es además un cereal especialmente demandado en Canarias”, señaló.
Asimismo, hizo ver que el coste de los fletes, mientras no se normalice el comercio marítimo, será otro factor que distorsionará con fuerza el mercado: “Piensen que donde antes pagábamos 18 euros por tonelada de maíz en concepto de flete, en el último barco que hemos negociado, vamos a pagar 57 euros por tonelada”, dijo.
En términos generales los costes de las granjas canarias han subido el último año entre un 30 y un 50 por ciento, mientras que el precio de venta de los productos ganaderos no ha subido e incluso, en algunos casos, ha bajado.
Prorrateo de las ayudas
Narvay Quintero, que en la anterior legislatura ostentó el cargo de consejero autonómico de Agricultura, Ganadería y Pesca, abundó en este aspecto y dijo que las ayudas son imprescindibles en este momento y que debían prorratearse con arreglo al registro de ganaderos que posee la Consejería y que está al día.
Además, hizo ver que las ayudas que ha anunciado la actual administración canaria no tienen como concepto el pago de insumos, sino que son fondos provenientes de las ayudas Covid, que nada tienen que ver con esto: “Deben arbitrarse unas específicas y con celeridad porque si no puede ser tarde, concluyó”.
Otro de los aspectos valorados fue el de las necesarias modificaciones del REA de cara a 2022, para que no se reproduzcan las situaciones de los últimos años, en que determinados insumos se quedan sin balance. Las modificaciones de las fichas financieras, según coincidieron, llegan tarde y se han perdido ya las compensaciones correspondientes al tercer trimestre de 2021
Finalmente, se valoró otro de los graves problemas del sector ganadero que es la gestión, valorización y reutilización de los residuos de las granjas, principalmente los purines de los animales. Grupo Capisa expuso algunas experiencias que empresarios privados han llevado a cabo, pero que no han contando con apoyo de ningún tipo por parte de las administraciones.
Residuos ganaderos
En este caso, la gestión de residuos es una competencia fundamentalmente insular. Pues bien, ninguna isla cuenta con infraestructuras públicas para la gestión de los residuos ganaderos: “Es como si nos dijeran que tenemos que reciclar y separar la basura doméstica, pero no nos pusieran contenedores y hubiera lugar para el tratamiento”, dijeron. Sin embargo, sí existe una amplia normativa sancionadora con consecuencias incluso penales.
Los asistentes a la reunión quedaron en seguir estudiando estas cuestiones para buscar la manera de que la normativa facilite la supervivencia y crecimiento de la ganadería canaria, que es de los pocos sectores económicos que -sobre el papel- tiene un gran margen para el autoabastecimiento.