16 de enero de 2013
El agua es una parte importante del cuidado de los terneros. Es el ingrediente más esencial y más barato en su dieta. Influye de manera muy positiva en la ganancia diaria de peso y en la tasa de conversión de los alimentos. Además es muy beneficiosa para el desarrollo del rumen y ayuda en la digestión y la función metabólica de la pantorrilla.
Un estudio realizado por AF Kertz en Ralston Purina detectó que el aumento de peso de un ternero entre el nacimiento y las cuatro semanas de edad se reducía en un 38% si el animal no recibía agua. La ganancia media de peso pasaba de los 309 gr/día. También, los terneros que no tenían agua vieron reducido su consumo de starter en un 31%, pasando de 11,8 gr/día si tenían agua a 18,8 gr/día si no la tenían.
La Asociación de Terneros de Ontario recomienda que a los terneros de menos de 2 semanas, aunque beban poco agua, habría que darles acceso a la misma para que el animal se acostumbre a tenerlo disponible. A medida que se van haciendo mayores van a ir bebiendo más agua. Además en el verano, el agua fresca es recomendable para ayudar a reducir el estrés por calor.
Un ternero de 180 kg se requiere de 10 a 30 litros de agua al día, dependiendo de factores como la temperatura, la humedad y el contenido de materia seca de la dieta. También es aconsejable medir el pH, el contenido mineral y el recuento bacteriano en el agua que se proporciona a los animales.