La correcta gestión del REA, los costes de la alimentación animal, la falta de liderazgo o la gestión de residuos, cuestiones clave
Las consecuencias de la crisis del covid llevan a muchos ganaderos al borde de la quiebra
Analizar la crítica situación que atraviesa actualmente la ganadería canaria fue el objetivo de la reunión celebrada ayer, 20 de julio, entre el portavoz adjunto de Sí Podemos Canarias y miembro de la Comisión parlamentaria de Agricultura, Francisco Déniz; el presidente del Consejo de Administración de Grupo Capisa, Heriberto Etala, y su director general, Samuel Marrero.
Los representantes de Grupo Capisa hicieron hincapié en el gran incremento de los precios de la alimentación animal, la subida sin precedentes de los costes de los fletes para el transporte marítimo, o en la práctica de algunos operadores de la gran distribución que busca adquirir productos por debajo del coste de producción. Un conjunto de circunstancias que, entre otras más, acercan al sector canario a la ruina, “sin que aparentemente desde los poderes públicos se arbitren medidas que protejan de forma eficaz a esta actividad estratégica para las islas”, señalaron.
Grupo Capisa es el principal importador de cereales y fabricante de alimentación animal de Canarias. Además, gestiona directamente varias explotaciones de vacuno, porcino, caprino y avicultura en Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura, por lo que maneja información de primera mano de la situación actual y de las previsiones más probables para los próximos meses
Durante el encuentro en la sede del Grupo Parlamentario Sí Podemos Canarias, se realizó una puesta en común detallada de los efectos adversos provocados por la crisis del coronavirus en la economía del archipiélago y, en especial, los detectados en el sector primario. Para Samuel Marrero, “es importante que pongamos a disposición de quienes legislan los datos que nosotros manejamos de primera mano y que pueden ayudar a tomar las decisiones políticas”.
Mesa del REA
Por su parte, Francisco Déniz expresó sus preocupaciones como parlamentario, sobre aspectos concretos y de difícil explicación, como la falta de ganaderos en la mesa del Régimen Especial de Abastecimientos (REA) -cuando son destinatarios de más de la mitad de la ficha financiera- o por los posibles acaparamientos de cereales que podrían darse por falta de financiación del REA, o por encarecimientos excesivos de las materias primas.
Otro de los asuntos tratados es la falta de infraestructuras públicas o privadas para la gestión de los residuos ganaderos, algo que subrayo Heriberto Etala, y en lo que los tres coincidieron en valorar como un asunto preocupante. Y es que la ausencia de una economía circular adecuada que permita valorizar estos materiales de desecho se agrava, además, en el caso de la insularidad. Sobre este aspecto, advirtieron de la imposibilidad de cumplir con la actual normativa ambiental “y menos aún la que vendrá en el futuro”.
Jóvenes emprendedores
El diputado de Sí Podemos Canarias -que admitió que en el nivel político se habla poco de la ganadería canaria y sus problemas- se mostró sorprendido por algunos de los datos aportados por los representantes de Grupo Capisa. Déniz señaló que hay representantes de organizaciones de agricultores, que hablan y defienden los problemas de los agricultores, pero sin embargo “no veo que exista un líder de los ganaderos” que plantee estas cuestiones.
Tanto Heriberto Etala como Samuel Marrero incidieron sobre el descenso de la actividad ganadera y subrayaron que el actual panorama de precariedad hace muy difícil que “jóvenes preparados y emprendedores quieran afrontar la continuidad de una granja o montar una explotación”, dijeron.
También se habló acerca del conjunto de cambios que se avecinan con la nueva Política Agraria Común (PAC), que pondrá el acento en las producciones ecológicas y en las de calidad, además de ampliar las ya exigentes cotas de bienestar animal o la potenciación de los productos kilómetro 0.
En esta línea, Samuel Marrero aseguró que “en Canarias hay grandes superficies dispuestas a comercializar los productos de las islas, por su valor como kilómetro 0, su calidad y la demanda de los consumidores. Sin embargo -explicó- se encuentran con que los productores locales no pueden satisfacer esa demanda en productos concretos, como el huevo por falta de producción”.
El director de Grupo Capisa argumentó que “es prácticamente imposible obtener los permisos tanto locales como insulares y autonómicos para montar una granja”. Marrero aportó al parlamentario varios ejemplos concretos de inversiones “paradas porque no hay manera de conseguir los permisos, teniendo todo en regla”.