Los mercados alimentarios son más estables y los precios de la mayoría de los productos básicos agrícolas notablemente más bajos que en los últimos años, según la última edición del informe semestral de la FAO Perspectivas alimentarias y la nueva actualización del índice de precios mensual de los alimentos publicados hoy por la Organización de la ONU.
Las buenas cosechas y las abundantes existencias son factores clave que han ayudado a reducir los precios internacionales de los cereales, según el informe, que prevé que la producción mundial de trigo alcance un nuevo récord en 2014.
Para los cereales secundarios, las perspectivas de niveles de producción casi récord, unidas a inventarios ya de por sí altos, apuntan a un holgado equilibrio de la oferta y la demanda mundial en 2014/15, en especial para el maíz.
Aunque la producción de arroz podría disminuir ligeramente este año, las reservas siguen siendo «enormes» y son suficientes para cubrir más de un tercio del consumo proyectado durante el período 2015-16.
En conjunto, se prevé que la producción mundial de cereales en 2014 alcance los 2 523 millones de toneladas, con una revisión al alza de 65 millones de toneladas respecto a la previsión inicial de la FAO en mayo. Las existencias mundiales de cereales deberían llegar a su nivel más alto en 15 años al final de la campaña agrícola de 2015.
También se pronostica que la producción mundial de semillas oleaginosas supere el récord de la temporada pasada, debido a que siguió aumentando la producción de soja.
Mientras tanto, parece que la producción mundial de yuca está en camino de lograr un nuevo récord, impulsada por el crecimiento sostenido en África, donde el tubérculo es un cultivo estratégico para la seguridad alimentaria y la mitigación de la pobreza.
El informe Perspectivas alimentarias de hoy anticipa que la producción mundial de azúcar también aumentará en 2015-16,.
La producción de carne crecerá moderadamente en 2014, pero no lo suficiente para hacer bajar los precios desde sus altos niveles actuales, mientras que la producción de leche sigue creciendo de forma constante en muchos países.
También aumenta la producción de pescado, impulsada principalmente por la acuicultura y un menor impacto de El Niño de lo esperado.
Descenso de precios casi generalizado
El Índice de precios de los alimentos de la FAO, también publicado hoy, ha registrado su sexta caída mensual consecutiva, lo que supone el más largo período continuo de declive en el valor del índice desde finales de la década de 1990. Quedó en un promedio de 191,5 puntos en septiembre de 2014.
Entre los sub-índices, las caídas más pronunciadas fueron para el azúcar y los productos lácteos, seguidos de los cereales y los aceites, mientras que los precios de la carne se mantuvieron firmes. A pesar de ello, los precios de la carne podrían estar estabilizándose: el índice de precios de la carne en septiembre se situó en 22 puntos más en comparación al mismo período del año pasado, un máximo histórico, pero que supone sólo un ligero aumento respecto a agosto (0,3 puntos), después de meses de subidas constantes.
Los elevados precios de la carne y el gran volumen del comercio de productos con proteínas de origen animal -carne, productos lácteos y pescado-, significa que la factura global de las importaciones de alimentos –la suma total que todos los países gastan en alimentos importados- superará de nuevo este año el billón de dólares EEU, por quinto año consecutivo.
El Índice de precios de los alimentos la FAO es un índice ponderado en base a los intercambios comerciales, que mide los precios de los cinco principales productos alimenticios en los mercados internacionales.
Si bien las tendencias de los precios de estos productos básicos a nivel macroeconómico son un indicador útil de las tendencias mundiales y pueden advertir de las amenazas en los precios de los alimentos para el consumidor, no siempre se reflejan directamente en los mercados nacionales, regionales y locales.
Un segundo informe destaca las diferencias regionales
Para ayudar a detectar aumentos bruscos de precios de los alimentos que afecten a los consumidores en los países en desarrollo, especialmente en países de bajos ingresos con déficit de alimentos (PBIDA), la FAO lanzó recientemente un nuevo sitio web que alerta ante los precios de los alimentos básicos inusualmente altos en los mercados en 85 países.
Además, la Organización elabora un informe trimestral, Perspectivas de Cosechas y Situación Alimentaria, que se centra en los acontecimientos que afectan a la seguridad alimentaria en los países en desarrollo y los PBIDA.
La última edición, publicada hoy junto con Perspectivas alimentarias y el Índice de precios de los alimentos de octubre, destaca una serie de zonas conflictivas de especial preocupación.
El brote de la enfermedad del virus del Ébola en Guinea, Liberia y Sierra Leona ha perturbado los mercados, las actividades agrícolas y los medios de subsistencia, afectando gravemente la seguridad alimentaria de un gran número de personas. Y las lluvias irregulares en varias zonas del Sahel se traducirán en perspectivas dispares de producción.
La producción de cultivos alimentarios en la República Centroafricana será mayor respecto a la muy reducida de 2013, pero se mantiene aún muy por debajo de la media, debido al impacto de la inseguridad civil generalizada, añade el informe.
En África oriental, la situación general de la seguridad alimentaria está mejorando con el inicio de la recolección en varios países. Pero mientras que los precios de los alimentos en la región son generalmente estables o descienden, se encuentran en niveles récord en Somalia y Sudán.
Mientras tanto, las condiciones de sequía en Centroamérica han reducido de manera significativa la cosecha principal de la primera temporada de 2014 en los principales países productores.
Las condiciones de sequía han constituido también un problema en el Cercano Oriente, llevando a una cosecha de cereales en la región inferior a la media, mientras que los conflictos en Siria e Irak continúan degradando notablemente la seguridad alimentaria.