24 de enero de 2013
El cultivo de cereales de invierno en España evoluciona favorablemente. Tras una buena sementera y una correcta nascencia, las plantas se encuentran en buen estado. El único punto desfavorable es que las precipitaciones desde primeros de diciembre hasta ahora son, según las zonas, entre un 30 y un 70% más bajas que la media de los últimos 20 años. No obstante, ésta no es todavía una cuestión preocupante, porque actualmente la planta se encuentra en reposo vegetativo y no tiene tanta necesidad de agua. Además, en estos días está lloviendo y hay pronóstico de lluvias para las próximas semanas. Además, este año, el invierno está siendo benigno con las temperaturas. Hace un año, concretamente en la semana que se inicia el próximo lunes, se registraron en Europa las temperaturas más bajas de las últimas décadas. El winter-kill provocó la pérdida de miles de hectáreas de trigo en el norte de Europa.
En España, este invierno se ha sembrado sobre un 3% más de trigo blando que el año anterior, por lo que se podrían superar las 1,8 millones de hectáreas. Por el contrario, la superficie de trigo duro podría haberse reducido en un 6%, sembrando entre 350.000-400.000 ha. En Andalucía, parte de lo que se ha dejado de sembrar de trigo duro, se ha sembrado de trigo blando. En el caso de la cebada, la superficie es prácticamente estable, situándose en torno a los 2,7 millones de hectáreas.
De cara a los cultivos de primavera, se espera que las siembras de girasol se incrementen entre un 12-16%. Este elevado aumento es el resultado conjunto de unos precios que hacen atractivas las siembras y de que el año pasado fuera un año atípico, en el que se sembró menos de lo habitual por los problemas de falta de agua en Andalucía. Con respecto al maíz, se espera que las siembras aumenten en un 3%, pudiendo llegar a una superficie de unas 400.000 ha.